martes, 12 de mayo de 2009

El fractal

Demasiado tarde para comprender
chica vete a tu casa
no podemos jugar
la luz de la mañana entra en la habitación




Busco saber de mí
encontrarme entre tanto laberinto
entre reacciones que se contradicen
y que son tan mías.

Lo que a veces sobra, pero no desecho
lo que a veces falta, y llevo conmigo
Lo que de mí queda tras mentir
y traicionar.

Busco en el límite, tanto del dolor
como del placer.
Ese límite esquivo que me muestra
los otros lados,
las fronteras de sombra que parecían impermeables
y que ignoro cómo, me absorben.

Pretender saber quién soy, eso sí, me parece ya soberbio
necesito aniquilar este deseo antes de que me consuma,
si acaso sostengo aún este acto arrogante:

auscultarme en el cambio, en la distorsión,
en la locura.

Conocer lo que permanece
para desechar entonces,
lo que ha de irse.





Imagen: La he encontrado aquí.Y, que no se nos olvide a ninguno, entre búsqueda y búsqueda, que lo importante es... bailar. Ojalá Antonio Vega haya encontrado, por fin, el sitio de su recreo. De nieve, huracán y abismos...

8 comentarios:

Le Mosquito dijo...

Se nos olvida bailar con demasiada frecuencia, sí.
Muchas gracias por recordarlo, y gracias a Antonio por hacerme llorar como muy pocos lo han hecho.

Un abrazo para bailar un agarrao contigo, Paula.

Herman_Zgz dijo...

Ven conmigo esta noche los pubs están abiertos
Los torpedos y los patos van a romper esta noche
El ambiente está vibrando
Escucha los chicos cierra los ojos
Está estallando
Nadie, puede parar
Nadie puede pararte
Nadie puede parar
Todo vuelve a empezar

maite dijo...

agradecida por siempre a Antonio Vega, por compartir su poesía que seguirá cerca

Javier López Clemente dijo...

En La Curvatura de la Córnea guardamos el sitio de mi recreo:

http://lacurvaturadelacornea.blogspot.com/2008/01/el-sitio-de-mi-recreo.html

Salu2 Córneos

Sara Fedrika dijo...

Auscultarnos, eso lo hacemos cuando escribimos. Tú misma al escribir este poema. Mirar hacia dentro de uno mismo es indispensable para escribir poesía.
Me gustan los resultados de tu auscultación.

Un abrazo.

David Francisco dijo...

Paula, no dejes de bailar, pero no dejes que te bailen.

Intentar conocerse a uno mismo es un primer gran paso que pocos se atreven a dar. No te rindas.

Besooos desde Madriiiz

Javier López Clemente dijo...

Recorer los límites sólo esta al alcance de unos pocos privilegiados, los capaces de bregar en las sendas más difíciles.

Una vez, uno de esos caminantes que tanto admiramos, me dijo que alcanzado el paroxismo del estar allí, de beber allí, de cagarse en tó desde allí, entonces para su sorpresa se dio cuenta que allí no se pudo encontrar, que todo esta en el camino, en cada pasito, que da igual hacía donde vayan los pasos, los pasitos, que lo importante es ese gesto mínimo de poner un pie delante del otro, en la miniatura encontraremos nuestras grandezas y nuestras miserías porque, según me dijo, en los grandes acontecimientos, en los límites, ahí junto a los pitones, en esos escasos segundos es muy fácil ser valiente.

Salu2 córneos y que sigan fluyendo tantos versos, itinerarios a seguir, pistas que husmear, la guía que nos muestra el sendero, un yo poético que crece y crece.

Lamia dijo...

Querida Paula, yo bailo casi todos los fines de semana. A ver si resulta que, además de en Los Italianos tomando capuccinos, coincidimos en algún otro sitio.