martes, 7 de julio de 2009

Consejo, posiblemente digno de ser rechazado, para otra mujer

Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección





No te fíes nunca de un chico bueno.
Querrá que seas como su mamá.
Que laves sus calcetines con su mismo detergente,
que repliques su paella con su mismo arroz.
Recoge la basura de las calles
(ella es tan buena reciclando...)
acúnalo en tu regazo después de hacer pipí.
Un chico bueno quiere mucho a mamá,
¿cómo no iba a hacerlo?

Mamá es una santa.

Mamá es una bendita.

Vivirá con vosotros dentro de unos años.
Pero... ¿cómo vas a ser tú como su mamá?
Te deja que lo intentes, y tú eres la elegida,
eres la única que podría conseguirlo
en esto consiste su excepcional amor.
Eso sí, tenlo claro, nena
la batalla la tienes perdida de antemano.

No digas que no te lo advertí.

Follareis durante un tiempo, (hacer el amor, dirá él)
y no querrá decepcionarte,
pero entiende que este vicio que tienes
es demasiado para contárselo a mamá: no le parecería bien.

No te fíes nunca de un chico bueno, hazme caso.

Quédate con el primer canalla que aguante a tu lado más de un fin de semana.

Te lo aseguro:
Si aguanta a tu lado más de un fin de semana,
te servirá su corazón en bandeja. Ese chico ya es tuyo.
Puede que te pegue, puede que te haga llorar.
Puede que de vez en cuando
desaparezca, y regrese al cabo de los días, o los meses,
con los ojos culpables
disimulando el perfume barato de otra.
No podrás contar con él, eso es cierto.
Seguirás estando sola.
Los besos y la ausencia os harán tanto daño
que cargareis las cicatrices para siempre.
Vuestra creación será lo más parecido a un cóctel de bourbon y eternidad.
Necesita que le salves de tu precipicio.
Necesitas que te salve de él.

Sí.

Es como para morir. Pero decide tú.

Ahora, no olvides que un chico bueno ya está salvado,
ya cuenta con el más perfecto amor.
Su único deseo (su único deseo) será incluirte.

Encajarte.

Cambiarte.

Te recordará continuamente lo mucho que necesitas ser otra,
lo mucho que ganarías si fueras como dice él.
Escúchame: Con un chico bueno te sentirás más sola que cuando estabas sola.
No habrá amparo para tu soledad.

Será un agujero negro.

Un pozo sin fin.

Búscate un canalla que te quiera desesperadamente, tal y como eres.
Atrévete al menos.
Roza el cielo en sus brazos.

Vívelo.

Créeme si te digo que no te arrepentirás.

¿o prefieres jugar a las casitas?


Imagen: ABRE TUS OJOS. Street spirit. 2007. Y para terminar, no ofendas nunca a un chico bueno, nada importa que lo que digas no tenga que ver con él, tú no lo ofendas; si no está de acuerdo (como si para ti eso significara algo) intentará descalificarte, en público si es posible. Y a eso, lo llamará su opinión.

4 comentarios:

Javier López Clemente dijo...

Desalentador paisaje para aquellos que reconvertimos a nuestros canallas adolescentes y ca´´imos en los vericuetos de lo metrosexual, la finura y pase usted primero señorita.
Aunque una cosa no ha cambiado: Los chicos malos siempre se han llevado por la filosa el mejor partido, y eso siempre jode a los que nunca entendims la m´´axima tribal de: Si folla uno, vencemos todos.

Salu2 C´´orneos.

El poema es pura filigrana plateresca.

Expediente X dijo...

Y si el chico,
no es ni bueno,
ni malo,
sino un misterio,
desvelálo...
"No digas que no te lo advertí.
Créeme si te digo que no te arrepentirás."

El detective amaestrado dijo...

¿Y que pasa con los que somos buenamente malos o malamente buenos? Carne de indecisas, me temo.
Un abrazo, Paula.Una delicia tus palabras,un abrevadero para un desierto en ocasiones.

Anónimo dijo...

Me ha llamado mucho la atención esta entrada .En los dos tipos de hombres, por experiencias próximas , he visto características de ese tipo.Creo que no hay otra que seguir conociendo y viviendo experiencias usando la cabeza lo justo, porque clasificando nos podemos volver locas.Te puedes romper esquemas continuamente .No hay otra forma que vivir y arriesgar y quedarte ó no según el grado de bienestar que te está aportando esa compañía.Un abrazo .Me ha encantado tu blog que acabo de descubrir.