viernes, 28 de agosto de 2009

El punto de la i

¿cómo es posible que haya estado en tus infiernos?




En mi abecedario soy el punto de la i que flota desde que un malabarista al lanzar la bola se quedó en stand by. Es una suerte que una columna erguida, que a veces se mece, me esté sosteniendo. Es una suerte formar parte de un símbolo que tarde o temprano será señal. Como los faros. Es una suerte ser conocida, y por tanto, ignorada. Poder desaparecer si hablamos en mayúsculas. Poder reaparecer en lo cotidiano. Ser prescindible y necesaria. Coexistir con una forma que me permite no estar. Y en determinados momentos, cuando un jodido imán no me deja ascender hasta el espacio y reventar como una nave nodriza atacada por los extraterrestres, es una suerte ser contigo una letra en esta canción.

Antorcha encendida que sobrevivirá a la tempestad.



Imagen: La he encontrado aquí

sábado, 22 de agosto de 2009

En el río

Quiero que me lleves al río
quiero verte en el agua, sumergido
vamos a volverlo a intentar
llegando hasta el final





En la orilla de este río veo mecerse el mundo.
El césped es artificial
el agua está más que contaminada
Suena jazz en directo, un piano y un saxo.
A las doce de la mañana las moscas no cogen vacaciones.

Un viejo se sienta a mi lado. Saca notas escritas en latín
y veo cómo las letras se desprenden del papel y vuelan
hasta besar mi tatuaje. Después se inmolan en el río.

Me pregunto por qué un viejo llevará notas escritas en latín;
me pregunto qué pensará el pianista trabajando a estas horas
cuando todo el mundo sabe que los pianistas empiezan a existir
a partir de la medianoche.
También me hago otras preguntas sin sentido,
como si debo declarar esta jornada a hacienda
o comprarme un coche
y deslizarme, a través de cualquier autopista
hacia el encuentro con un fondo abisal.



Imagen: Tejedora. La he encontrado aquí

miércoles, 19 de agosto de 2009

Huelo a ti

"Ya verá como todo esto es cierto"

El proceso



Has vuelto a cambiar los playmobil de sitio
y sabes que te analizo cada vez que lo haces.

Sabes que ahora estoy valorando la situación.

Me he encontrado el cepillo de las cejas
en la boca de la tetera
y no consigo localizar
en qué momento pudiste meterlo.

Hay que ver con qué cosas tan extrañas
me haces feliz a veces.



Imagen: la he encontrado por ahí, se me ha colgado el ordenador justo después de guardarla y ahora paso de buscar otra vez el link. Si alguien se ofende, que se aguante. Si se ofende mucho, que me lo haga saber, discretamente, si es posible, y haré el esfuerzo. I promise you.

lunes, 10 de agosto de 2009

destino errante

llevo un destino errante
llevo tus marcas en mi piel




Esta mañana me ha vuelto a acosar
una oscura ansia de sumergirme en este círculo absurdo
de prisas locas, ocupaciones ineludibles, tareas inaplazables
y chorradas así.

Hay un deseo de pertenencia que aún
no he satisfecho.
Un sentirme incluida en este manicomio
al que pretendemos llamar vida
en un olvido constante de que estamos vivos de verdad.

No lo he conseguido.
No creo que lo consiga jamás.

Hay días en los que
se me antoja todo tan extraño
tan insufrible, tan inaceptable
que sólo contemplo la opción del desierto.

Y caminar

Y desaparecer




Imagen: E. HOPPER. Soledad. 1944. He vuelto a colgar una receta. Está aquí.

lunes, 3 de agosto de 2009

Mi personaje

Lo que queremos nos quiere
aunque no quiera querernos



No me des amor por indiferencia
no me pongas la otra mejilla.
No me enseñes tu dolor
ni tus ganas de mí.
Ni tú eres tan bueno
ni yo soy tan mala.

No creas que mostraré atención
por muchas lágrimas que derrames
no me conmoverán tus palabras
ni tus silencios, ni que hagas
o que dejes de hacer.
Sé que nunca te quise
si ahora puedo no quererte.

Ni siquiera podría asegurar
que alguna vez lo intentara,
porque el amor no se intenta.
Es un error enorme
pensar que en algo podemos intervenir
respecto al amor.

Es un misterio lo que su ala esconde.
Hay un velo
que no se nos permite levantar
por mucho que nos empeñemos.

No lo elegimos,
nos elige.
Y nada podemos hacer
ante su adorable herida
ante su terrorífica luz.

Así que no me pongas más en la disyuntiva
de creer que puedo decidir mi suerte.
Sabes que no depende de mí.
Ni es mi culpa ni tengo las claves.
Y no pediré perdón.

No me obligues a seguir negándote
No me gusta este papel.



Imagen: LUIS VENCE. Una punzada en el vientre del Silencio. 2008.