Quizá te consideres un oráculo,
portavoz de los muertos o de algún dios
Yo llevo treinta años esforzándome
por limpiar de fango tu garganta
y no he aprendido nada.
Para olvidarte
me enfoco en el tiempo en el que no te conocía
y es curioso, porque hace, por ejemplo
tres años, o cinco, o siete, o diez
no existías, aún no tenías piel ni olor
y podía vivir sin ti.
Vivía sin ti, hay que joderse,
ajena completamente
a que un día aparecerías con un crisol definitivo
para trasmutar la obra.
Pues eso, como te iba diciendo
que para olvidarte,
evoco uno tras otro los momentos más intensos
que he protagonizado antes de encontrarnos.
Intento demostrarme así que en otro tiempo fue posible
interpretar otros personajes
ignorantes de esta trama y de este escenario.
Pero da igual: no hay nada que hacer.
Te has colado sin saber cómo
en los pasajes que configuraron mi vida
y te reconozco en cada papel que aprendí
por la alquimia que destilamos.
Vienes proyectándote desde demasiado lejos
hacia esta escena en la que ya no estás
y todo me parece una descomunal farsa.
Desconozco el sentido de este giro en el guión:
Leo ahora que es preciso olvidarte
y si bien es cierto que el show must go on
este nuevo formato no encaja.
No era esto lo que debería estar ocurriendo
8 comentarios:
¿Y qué debería ser?
No era esto lo que debería estar ocurriendo.
Claro que no..
Nunca se sabe...
umhh... está muy bien este poema!
Como casi siempre, Paula, pones letra a mi música. Tu poema describe mi momento.
Besos.
He vuelto a leer tu poema. Realmente cuando un actor aparece en escena, el escenario transmuta para siempre.
hola, soy la sobrina de Asun y de verdad me ha gustado mucho el poema, es muy profundo
Empeñarse, erre que erre, en querer a quien no te quiere es como...
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